miércoles, 26 de diciembre de 2012

Una Cultura de Espera

Una Cultura de Espera

Esperar. Es una acción que nos gusta poco, por lo general esperar está relacionado con tiempo, economía, recursos entre otros activos que dejamos de percibir. Matamos el tiempo esperando en el banco al hacer una transacción, tratamos de anticiparnos al tiempo de espera que tenemos que hacer esperando una cita médica, y nos llevamos un libro para leer, o escuchamos música; son muchas las acciones que hacemos con tal de evadir ese tiempo de espera. Incluso muchas veces postergamos decisiones por el sólo hecho de no tener que esperar. 

Pero qué importante es esperar. Esperar es una virtud que engrandece a quienes la han desarrollado. Por ejemplo qué lindo es esperar comprarnos un artículo que queremos y hacerlo de contado. Pero, preferimos la compra a crédito, lo inmediato, aunque pague más. Pero detrás de este ejemplo está un poderoso principio: Si no soy capaz de esperar, terminaré pagando más. 

Cuando somos jóvenes no nos gusta esperar, queremos las cosas ya. Nos adelantamos a los momentos oportunos, justificamos nuestra impaciencia con la típica frase: Hay que vivir el momento. Es cierto, hay que vivirlo, pero también es cierto que debo tener desarrolladas en mi vida las habilidades de la responsabilidad y la toma de decisiones efectiva. Lo cual es algo que nos lo da la experiencia y el madurar en nuestro caminar. 

Si te encuentras esperando algo, la oportunidad que has deseado por mucho tiempo, ese tiempo de espera debe ser un aprendizaje. Dios capitaliza todo en nuestra vida, nosotros somos los despistados que no nos damos cuenta de lo que Dios está haciendo. Si esperas algo, debes hacerlo con esperanza, si esperas algo, posiblemente tendrás que atravesar algún desierto. Pero no tires la toalla, lo mejor está por llegar. 

Por otro lado esperar no es sinónimo de ser flojo, negligente o dejado. Es más bien la virtud de desarrollar el carácter que nos ayudará a enfrentar, administrar o asumir efectivamente aquello que esperamos. 

Esperemos. Sigamos moviéndonos en el tiempo de espera hacia la dirección correcta que nos dicta Dios en nuestro corazón. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario